martes, 2 de octubre de 2007

Inspiración

¡TENEMOS QUE PARARLES! ¡Cerrad la puerta! ¡Nos defenderemos aquí! Pocos reaccionaron para obedecer al oficial hasta que este abatió a los dos más adelantados con su pistola. Entre los gritos histéricos y amenazas de su superior y los inhumanos sonidos que proferían los monstruas mientras cruzaban el puente a toda velocidad, los soldados apenas pudieron cerrar las puertas a tiempo antes de que ésta se sacudiese con el impacto de la horda.

¡AGUANTAD! ¡DEFENDED LA PUERTA TODA COSTA! ¡MANDARÉ FUSILAR A QUIEN HUYA!

Retrocedió de espaldas mientras sus hombres apenas acertaban a disparar por las troneras situadas encima de la puerta. Uno gritó mientras un brazo destruia parte del muro y clavaba sus mugrientas garras en su pecho.

Tras un momento de sorpresa, el oficial giró sobre sus talones y huyó, con los gritos de los soldados masacrados a sus espladas y lágrimas de vergüenza en sus ojos.

Bloqueó el manillar de una moto de nieve y apuntandola en dirección al campamento la puso en marcha. Con un poco de suerte eso mantendría entretenidas el tiempo suficiente a las abominaciones para poder alejarse de la zona...